La celebración de un día dedicado al planeta fue idea del senador por Wisconsin Gaylord Nelson, quien ya en 1968 quería crear conciencia sobre los problemas de superpoblación en el mundo y la necesidad de preservar nuestros ecosistemas. Sus campañas anteriores en favor del medio ambiente no surtieron efecto, así que decidió fijar un día en el que tomar conciencia sobre el problema de la contaminación, reivindicar la conservación de la biodiversidad y la necesidad de proteger el planeta.
En 1969, Nelson tuvo una idea: organizar una
protesta para proteger el medio ambiente, tomando como modelo las
manifestaciones contra la guerra de Vietnam que tan populares se hicieron en la
década de 1960. Fue así como, junto al activista Denis Hayes, a quien se conoce
como el precursor del movimiento ecologista moderno, el mandatario
estadounidense puso la primera piedra de la celebración del primer Día de la
Tierra, el 22 de abril de 1970, hace ya más de medio siglo.
La Madre
Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y
se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales y las
inundaciones, así como una temporada de huracanes en el Atlántico que ha batido
récords, han afectado a millones de personas. Ahora nos enfrentamos al COVID
-19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de
nuestro ecosistema.
El cambio
climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los
crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de
uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio
ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de
enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas).
De acuerdo
con el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), una
nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. De estas
enfermedades, el 75% provienen de animales. Esto muestra las estrechas
relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.
Los
ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de
nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus
habitantes. Restaurar nuestros ecosistemas dañados ayudará a acabar con la
pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. El
Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, que se
lanzará oficialmente el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio), nos
ayudará a prevenir, detener e invertir la degradación de los ecosistemas en
todos los continentes y en todos los océanos. Pero sólo lo conseguiremos si todo
el mundo pone de su parte.
Recordemos
hoy más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos
un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las
personas como para el planeta. Promovamos la armonía con la naturaleza y la
Tierra. ¡Únete al movimiento mundial para restaurar la madre Tierra!
Fuente Naciones
Unidas
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